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SoniaCardenas

biografia de Ciny Sherman

Cindy Sherman (Glen Ridge, Nueva Jersey, USA, 1957)

"El rango de lo ultra feo siempre me ha fascinado. Las cosas consideradas no atractivas e indeseables me han interesado particularmente. Y algunas me parecen realmente bellas".

 

 

Para Sherman tanto el cine como la televisión, tienen una influencia determinante en la configuración de los estereotipos de género, y ella utiliza eso para dar una visión crítica por medio de un juego autorepresentativo que pone de manifiesto con rotunda claridad lo que de mentira hay bajo esa construcción de lo femenino.


En 1981 realizará la serie Centerfolds (Páginas centrales), relacionada con las páginas centrales de las revistas pornográficas, aunque Sherman lo que nos muestra es a las mujeres después de haber hecho el posado para ese tipo de revistas. En este caso, son mujeres que están ausentes, que parecen estar mirando al infinito, como en otro mundo. Sensación que se refuerza con el hecho de que sus cuerpos se diluyen entre las sombras o se salen del marco de la fotografía, con lo que tenemos la sensación de que se nos escapan sin que podamos hacer nada por evitarlo.

 

Los payasos son otros de los personajes que van a determinar una serie muy importante de fotografías de Sherman. Aparecen después de la crisis provocada por los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, y de la reflexión que abre la artista (como hicieron muchos otros) acerca de la posibilidad de seguir haciendo arte, o de su utilidad, después de un atentado tan salvaje. Ella misma reconoce que durante un tiempo se quedó sin energía creativa durante dos años, hasta que encontró en el rostro de los payasos lo que estaba buscando.

 

 

 

                                                      

 

en estas fotos veo que tratan de ver de diferente manera a la mujer en ocasiones distintas y eso es como que algo que una siendo mujer puede captar facilmente lo sensual y la forma de expresion. Eso me gusta por que no es como que muy comun que una mujer haga fotografias de eso tipo, tal ves si, pero no de esa forma, mas bien no esa forma de pensar y de actuar.

 

Otras veces dotara a sus personajes de distintos tipos de prótesis, con lo que se propone poner en evidencia lo que hay de engaño y de simulacro, lo que pone a su obra en la órbita de la reconstrucción de una realidad reducida a esquemas formales en los que los conceptos de lo femenino y de lo masculino son construcciones y, por tanto, susceptibles de cambiarse. En estas fotografías, el cuerpo se convierte en un campo de lucha en el que la carne es sustituida por las prótesis o incluso por maniquíes, con la incorporación de elementos traídos desde lo monstruoso, y en las que se muestran los sexos de una forma clara lo que hace que estas fotografías sean visualmente más agresivas que las de otras series. Es una forma de saltarse las fronteras, las posiciones preconcebidas, los roles tradicionales.

Personajes que llevan permanentemente la máscara adherida a sus rostros, bajo el que ocultan su verdadera personalidad. Una máscara en la que los ojos nos transmiten una tristeza casi infinita, mientras que su boca se mantiene risueña, siempre al borde de la carcajada, lo que les convierte en prototipos de los personajes que pasamos por este gran escenario que es la vida, y a los que intenta preservar en sus fotografías impregnadas de un enorme colorismo.


Los payasos de Sherman nos traen hasta nosotros la constancia de que nuestras existencias son frágiles, y en su representación se siguen manteniendo un aire de melancolía, de artificiosidad que desmiente toda la luminosidad y colorido con las que Sherman les dota en sus fotografías, para así hacernos conscientes de la autoparodia en la que nos hemos convertido todos y cada uno de nosotros, pero, por otro lado, también son símbolos de que la regeneración es posible y de que la risa
es una de las fuerzas más poderosas con las que contamos.

 


El principal sujeto de las fotografías de Cindy Sherman es ella misma, de tal forma que la artista se convierte en actriz al mismo tiempo, ya que a pesar de que la base es la propia Sherman, se maquilla y transforma hasta tal punto que ese referente real se pierde y es totalmente sustituido por un personaje, que le sirve a la artista para poner de manifiesto papeles femeninos culturalmente establecidos y marcados por la costumbre tal y como aparecen reproducidos en los medios de comunicación.

 

Con ello lo que consigue es dar una nueva dimensión al género del autorretrato, ofreciendo una imagen de los estereotipos de lo femenino, esos bajo los que se esconde una realidad patriarcal en la que casa sexo tiene unos roles claramente definidos. Así, entre 197 y 1980 realiza una serie que titula Untitled Film Stills (Fotogramas sin título), en blanco y negro, en las que interpreta escenas de películas imaginarias que nunca llegaron al celuloide, películas de serie B o de la nouvelle vague. En ellas, la mujer aparece con poses buscadas, sola (bien en interiores o en las calles de Nueva York), vulnerable pero no exenta de fuerza, determinación y una incierta dignidad.

 

En este caso, los personajes interactúan con el espectador, se dirigen a esa persona que las está mirando, pero rehuyendo el encuentro directo, son mujeres que aparecen ante nosotros de una forma repentina, inesperada, hasta el punto de convertirse en objeto de nuestra mirada y nos hacen pensar en las relaciones que se establecen entre la imagen y la identidad.

 

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